BULLMASTIFF: Evolución y futuro
de la raza
El
Bullmastiff es una raza en franca expansión. El crecimiento de ejemplares en el
país es mucho mas acelerado que hace un par de años, haciéndose conocer cada
día más.
El
motivo radica en las virtudes de esta raza, que combina un perro de gran porte
y potencia, ideal para funciones de guardia o defensa de un hogar, con su
increíble bondad y cariño por la familia, especialmente por los niños.
El
temperamento estable y su actitud predecible, lo hacen confiable para convivir
con niños, tanto propios como visitas
que llegan a nuestra casa. Es que el Bullmastiff no precisa de grandes
preámbulos para aceptar a personas extrañas. Solo el hecho de que su dueño
franquee el ingreso a su territorio y hable con el, es mas que suficiente para
que este gigante bonachón, sepa que este extraño, es “amigo”, que no representa
un peligro para su grupo familiar, y que puede hacerle un par de juegos y
demostraciones de afecto, para luego retirarse y mantenerse alejado del
visitante.
Esta
actitud no es privativa de “algunos” bullmastiff. Es una condición de la raza
genéticamente formada por años de convivencia con la familia. No es raro
entonces que quien tiene un bullmastiff lo adore y se sienta orgulloso de él, y
quienes por tener contacto con este perro, lo van conociendo, saben de sus
bondades y pasa a ser una de las razas a elegir.
No
son pocos los visitantes al criadero que vienen por cachorros de otras razas, y
al ver a los “bullís” con sus juegos y la inmediata aceptación de su presencia,
empiezan a reconsiderar su elección. Mas aun, cuando viniendo con sus hijos,
estos juegan con los tremendos gigantes, en forma familiar, como si se
conocieran de toda la vida, ya casi no tienen duda y cambia de raza.
La
actitud del bullmastiff cuando un niño lo manosea o se le sube encima, no es de
tolerancia. Es de placer y se siente contento de tener este contacto. Mueve su
cola y se queda inmóvil para que el chico pueda jugar y toquetearlo. Esto es
importante, porque la tolerancia tiene un límite, en cambio cuando el perro
disfruta con lo que le hacen, ya no hay peligro.
Así,
de boca en boca, o mejor dicho de perro en perro, el bullmastiff ya es mucho
mas conocido. Y conocerlo es adoptarlo. Por eso la demanda de esta raza es
creciente día a día.
No
son pocos los que llegan al criadero buscando un bullmastiff, porque falleció
su perro, y desean cambiar de raza, a una también de guardia, pero mas estable
temperamentalmente y que su familia pueda estar segura.
Como sigue esta historia:
Uno
de los interrogantes es si la demanda crece demasiado ¿Quién proveerá los
cachorros que quiere la gente?
Hay
buenos criaderos y bastantes personas que crían en forma familiar. Pero criar
bullmastiff no es fácil. Muchos que han querido experimentar con una cría, se
han encontrado con que a veces los problemas que representa criar esta raza, no
pueden ser superados sin experiencia o una infraestructura adecuada.
Por
supuesto que hay muchas razas difíciles de criar, pero nos ocuparemos ahora de
la nuestra: el bullmastiff
Con
un componente importante de Bulldog Ingles, las hembras de bullmastiff pueden tener prolapsos que
impiden una monta natural, y deba recurrirse a la inseminación artificial. Esto
no es un inconveniente para quienes tienen experiencia ya que saben que es un
problema posible y saben si su hembra requerirá ser inseminada o podrá ser
montada naturalmente. Pero para quien no tiene esta experiencia, intentara el
cruce como tradicionalmente se hace. Si la hembra tiene un prolapso tal que no
puede ser montada, es posible que cuando encuentre quien insemine, ya la perra
este pasada.
Cuando llega el momento del
parto, se presenta el segundo escollo: el parto natural de las hembras
bullmastiff es posible pero no frecuente. Suelen ser largos y requieren un gran
esfuerzo de la madre. Los cachorros braquicéfalos, tienen poca aerodinámica y
no son paridos con la rapidez o facilidad de otras razas. Con el transcurso de
las horas, la madre se va cansando y si tiene muchos cachorros, los últimos
tardaran en salir. Esto hará que algunos de ellos nazcan muertos o peor que
ello, que no puedan ser paridos, debiendo recurrir a una cesárea, para sacar un
par de cachorros. La asistencia de un profesional veterinario es
imprescindible, si se pretende un buen parto, con final feliz para la madre y
los cachorros
Todos
los que se inician en la cría, generalmente domestica, cuando les facilitamos
nuestro “manual del parto”, que no son mas que algunas recomendaciones básicas,
dicen convencidos tener un profesional
de confianza.
Por
supuesto todos, en general, lo son. Pero no tantos que conozcan la raza, y
menos aun los que están dispuestos a estar toda la noche presente en el parto.
Salvo que se tratare de una relación personal entre el profesional y el
cliente, el veterinario le dacha los consejos, y le permitirá consultas. Esto
suele no ser suficiente. La alta probabilidad de terminar en una cesárea, hace
imprescindible la presencia de un profesional, ya que solo él esta capacitado
para tal decisión.
Si
llegamos a un buen puerto con la el parto o cesárea y logramos tener media
docena de cachorros, deberemos cuidar que la madre este echada dentro de la
paridera, amamantando sus hijos, y que su leche sea buena. Tanto en calidad
como en proteínas. De lo contrario, deberá suplementarse con mamaderas. Por
ultimo, la madre bullmastiff no es de las peores, pero tampoco es muy abnegada
y su peso y dificultada para salir y entrar a la paridera, puede aplastar
accidentalmente a algún cachorro.
De
todas maneras, el nacimiento y cría de estos cachorros es fascinante y vale la
pena salvar los escollos, para disfrutar de una experiencia increíble.
CONSEJOS
Con más de 30 cruces, montas y partos de
bullmastiff al año, podemos sugerir:
1) Consulten con su veterinario
si la perra tiene prolapsos o si puede montar naturalmente
2) Hacer cuando el profesional lo
aconseje un Tes. de progesterona en sangre.
3) Buscar un macho de línea de
sangre abierta, respecto a la perra
4) No hacer ejercicios bruscos
durante los primeros 20 días, y luego mantenerla en forma con caminatas suaves.
5) Asegurarse que el profesional
estará cuando se lo necesite.
6) Tener programada y organizada,
la cesárea que eventualmente pueda ser necesaria.
7) Tener los elemento que harán
falta durante el parto
8) Que la hembra este con sus
cachorros en un lugar donde no pueda salir y deambular por la casa
9) Solicitar a su veterinario u
plan sanitario para los cachorros
10) Inscribirlos en la FCA.-
Y
buena suerte, que criar bullmastiff es difícil, pero también muy gratificante.
Criadero
Dimaho
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